Cuando oímos la palabra “sexualidad” directamente la relacionemos con el sexo como “práctica”, los genitales y la reproducción PERO el concepto de sexualidad es mucho más que eso.

La sexualidad es todo lo que está relacionado con las personas como seres sexuados. Es decir, dentro lo que es nuestra sexualidad podemos encontrar nuestras vivencia con respecto a la identidad de género, nuestra orientación del deseo (lo que se conoce como la orientación sexual), el estilo de relación que tengo con mi pareja o compañerxs sexuales, nuestros cambios corporales y de etapas vitales. Hablar de sexualidad es también es hablar de intimidad, placer, deseo, consentimiento, expresión…

Nuestra sexualidad está inherentemente influenciada por nuestros valores, experiencias, aprendizajes encarnados y educación recibida que a su vez están condicionados por el mundo en el que nos desarrollamos. Nadie que se dedique a hacer sexología debería prometer “el cambio definitivo” en nuestra sexualidad, pero si podemos ofrecer servicios de acompañamiento que nos hagan caminar a sentirnos mejor con las situaciones a las que llegamos a consulta. Decía Efigenio Amezúa: “Si no vivimos como pensamos se corre el riesgo de pensar cómo se vive. Incluso de no pensar. Y anular el pensamiento es un gran riesgo”. 

Vamos a pensar cómo queremos vivir nuestra sexualidad, te echo un cable.